domingo, 26 de febrero de 2017

Downpatrick Head y Dun Briste

¡Muy buenas a todos!

En la entrada de hoy veremos el destino más impactante del Condado de Mayo.
Fui a Mayo a pasar un fin de semana y no me imaginé que allí iba a enamorarme de sus paisajes.
El pueblo en sí no tiene mucho que ver, tiene un puerto en el que compras pescado a los pescadores que legan con los barcos, un par de tabernas y un par de casas dispersas.
Mi sorpresa fue cuando se me alegró el fin de semana, puesto que me llevaron una tarde a ver Downpatrick Head, que son una serie de acantilados muy conocidos.

Estos acantilados son más agresivos que los Acantilados de Moher, puesto que aquí no hay vallas y el césped puede resbalar. En mi caso me recomendaron quedarme a una distancia prudente (hay una señal que lo indica) pero si eres una persona curiosa como yo, te acercarás un poco más para poder sentir bien la altura y ver lo que hay debajo. Da muchísima impresión, puesto que eres tu solo contra la fuerza de las olas que las escuchas como si estuvieran al lado y no a 60 metros aproximadamente por debajo de tí.


En la costa más septentrional de Irlanda del Norte, a unos 5 kilómetros del pueblo de pescadores de Ballycastle, se levanta uno de los islotes más singulares del litoral. 


Se llama Dun Briste y parece un trozo de pastel gigante de 40 metros de altura en mitad del mar.

Dice la leyenda que el mismísimo San Patricio, el monje que evangelizó Irlanda, tierra de salvajes y paganos, y la convirtió en uno de los lugares más católicos del planeta, construyó una iglesia aquí. Lo cierto es que por increíble que parezca, en este paraje inaccesible hay ruinas de un antiquísimo templo cristiano y una cruz de piedra.






En su día, Downpatrick Head fue un popular destino de peregrinación. Hoy aún, al menos una vez al año, se acercan a la roca muchos creyentes el último domingo de julio, el llamado Garland Sunday, para escuchar misa. El resto del año, solo pasan por aquí algunos turistas y amantes de la naturaleza que acuden a observar las aves marinas.


Pero más impresionante que los acantilados es la roca de Dun Briste que se erige en mitad del furioso oleaje a 80 metros de distancia. Cuentan las crónicas que esta roca quedó separada del continente en el año 1393 a causa de la erosión marina. Pero la leyenda más extendida cuenta otra versión de cómo sucedió aquello: se dice que un jefe pagano vivió una vez en el lugar donde se ubica actualmente la columna de piedra de Dun Briste. Cuando se negó a convertirse al cristianismo, San Patricio golpeó el suelo con su báculo hundiendo el acantilado en el mar y dejando aislado para siempre a aquel testarudo infiel.






Observamos también que en este lugar hay escrito en el suelo EIRE 64 (IRLANDA 64 en idioma irlandés) , desde el suelo no puede apreciarse bien, puesto que son letras de un gran tamaño pero desde el aire se ve con claridad. Estas letras se pusieron en ese lugar para que los aviones de la II Guerra Mundial supieran que ese territorio era Irlanda y les servía para no ser objetos de ataques innecesarios. 

Espero que os haya gtado la entrada y ue os haya etrado curiosidad por visitar esta maravilla que nos ha dejado la naturaleza.

Nos vemos en próximas entradas.




¡Hasta pronto!

4 comentarios:

  1. Tiene unos paisajes únicos, pero yo no sería capaz de acercarme a los acantilados como tu, yo creo que estaría 5 metros mas lejos de donde está la señal! xD

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    1. Es pensé yo hasta que realmente estuve allí, en ese momento no piensas nada, solo piensas en ese paisaje que te ha regalado la vida.

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  2. Los paisajes son impactantes pero como dice #buscandounviaje, yo tampoco me atrevería.

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